Refugio anti-ruido
Un fabricante de comida para animales precisaba de una gran sala de control en una zona de la fábrica que era regada con frecuencia. Eligió un sistema de cabina modular, que unía al control de higiene, la ventaja añadida de proteger a los operarios del excesivo ruido ocasionado por las cadenas de latas.
En un lado se colocaron ventanas de gran tamaño y, a pesar de no ser de cristal doble, este refugio de plástico reforzado con vidrio alcanza una reducción de 20 dB(A), proporcionando un ambiente de trabajo más aceptable para sus ocupantes.
Reducción de ruido supuesta: 20 dB(A).